SOBRE MÍ
Nací en Valparaíso, Chile, el año 1985. De profesión, soy Técnico Laboratorista Químico de Nivel Medio y también Administrador de Empresas, especializado en Marketing. Por casi diez años, siempre impulsado por la inquietud de poder autorrealizarme como profesional y como ser humano, llegué a trabajar en rubros tan dispares como lo son la banca, el turismo, las asesorías para microempresarios, y la producción de eventos.
Se podría decir que, si no hubiese sido por un acontecimiento inesperado en mi vida, jamás me habría animado a publicar mis locas ideas, o tal vez lo hubiese hecho, pero a una edad más avanzada, quien sabe. Bueno, sucedió que en abril de 2014 un gran incendio, el más destructivo en la historia moderna de Valparaíso (según destacaron en la prensa de la época), se desarrolló muy cerca de mi casa. En el solo transcurso de una tarde y una noche, aquel incendio devoró varios kilómetros de casas, plazas, colegios y demás zonas urbanas alrededor del lugar en que vivía, y las redujo a simples cenizas. No es fácil de explicar, pero de alguna forma, sentir la brutal intensidad de una fuerza natural desarrollándose a mi alrededor, presenciar cómo hacía desaparecer todo lo material definitivamente, y luego ayudar como voluntario a reconstruir lo perdido, me ayudó a madurar, movilizó algo en mi interior, una sensibilidad especial en relación con el valor de las cosas que realmente importan y cómo muchas veces postergamos nuestros sueños, creyéndonos inmortales.
Ha pasado tiempo desde entonces, y me he arriesgado a equivocarme rotundamente, persiguiendo mi propio sueño de ser escritor. Reflexionando en perspectiva, pienso cuan cierto es que muchas veces nos traiciona nuestra propia naturaleza humana cuando se trata de ir en busca de aquello que tanto anhelamos, pues al principio el camino parece tan largo y empinado que se nos antoja ridículo el solo hecho de comenzar a recorrerlo. Y sin embargo… ¡¿Qué puede ser más jodidamente divertido que osar llevarle la contraria a esa naturaleza que bloquea nuestra mente, paraliza nuestros impulsos y congela nuestra sangre?! ¡¿Cuál puede ser mejor victoria que mirar con ojos desafiantes al rostro de lo convencional, de lo prefijado, de lo normal?! En lo personal, no les diré que en mi propio camino todo ha salido bien, pero al menos puedo dormir tranquilo sabiendo que he elegido por mí mismo.
Bueno, para terminar, contarles que antes de dar rienda a mi faceta de escritor, como suele pasar en este oficio, había sido un gran lector por mucho tiempo, desde mi infancia de hecho, deleitándome (y cultivándome, según yo), primero con cómics de aventuras, luego libros de ciencia ficción clásica, más tarde con revistas de enigmas, y finalmente con documentales de animales y libros científicos mayormente relacionados con la astronomía y el estudio del universo en general. Sí, pueden decirlo, no me voy a enojar: era un maldito nerd. Si a eso le sumamos mi afición por el running y el trekking, ya se imaginarán ustedes que con semejante amalgama de ideas y experiencias forjándose y adquiriendo consistencia en mi subconsciente por tantos años, era natural que los temas que luego trataría en mis historias, tuviesen que ver mayormente con la curiosidad y la aventura.
Y heme aquí al día de hoy, confeccionando historias que tienen un poco de toda esa fuerza que reside en mi interior, esperando inspirar a más de alguno a equivocarse de camino de vez en cuando, y entusiasmarse con los tesoros ocultos que podría hallar en el periplo de su propia aventura existencial.
Les pido me excusen si he contrariado a más de alguno con mi poco ortodoxa forma de relatar mis comienzos en el mundo de la literatura, y si ha sido así, me permitan seguir contrariándolos en el futuro, pues espero poder seguir encapsulando mis delirantes ideas en papel por muchos años más, pase lo que pase.
Muchas gracias, amigo lector, por invertir tu valioso tiempo en leer estas líneas y conocer un poco más de mí y el origen de mis obras.
Joaquín Gahona Navarro